Slow Seychelles

Nace un nuevo perfil de viajero. Ahora se buscan lugares remotos como este complejo situado en las Seychelles, no sólo para mantenerse aislado del mundo sino para disfrutar del tiempo sin planificar nada y gozar de lo que el entorno natural puede ofrecernos.

La filosofía Slow Travelling surgió como una necesidad para todas aquellas personas que sueñan con ir colmando su sed de conocimiento y buscan, a lo largo del camino, vivir experiencias auténticas, genuinas y espontáneas. A estos viajeros les emociona emprender viajes a lugares remotos y sentir la amplitud del mundo ante sus ojos mientras recorren el mundo sin prisas ni objetivos autoimpuestos, paladeando con placer cada travesía y dedicando el tiempo necesario a explorar y disfrutar del destino. El hotel elegido es lo más importante para meterse dentro del destino en si, convirtiéndose en enlace entre el lugar y el viajero. Descubrir la cocina tradicional llena de sabores asombrosos, la decoración que se mimetiza con el entorno, sumergirse en el silencio y la privacidad son sólo algunos de los placeres que se pueden encontrar en estos lugares.

Isla paradisíaca se llama Mahé Island y tiene tres kilómetros cuadrados en medio del Océano Índico.

Piscina privada en cada villa que se funde con las increíbles vistas al Océano Índico.
FRÉGATE ISLAND PRIVATE
Nuestra elección es este refugio de ensueño situado en las Islas Seychelles, en una isla paradisíaca de 3 kilómetros cuadrados, rodeado por siete playas de arena blanca y agua cristalina. La isla se caracteriza por tener una fauna y flora inédita, y por ello la filosofía de Frégate Island es proteger y conservar este rico patrimonio natural. Su atributo más exclusivo es la privacidad, ya que únicamente tienen acceso a este pequeño edén los huéspedes del hotel. Consta de 16 exclusivas villas diseñadas por la renombrada firma norteamericana de decoración de interiores Wilson & Associates y equipadas con piscina privada, jacuzzi y servicio de mayordomo, además de terraza con vistas privilegiadas sobre el océano Índico. El diseño de las piscinas hace que parezcan suspendidas sobre el propio Océano. Frégate Island es conocido también por su aclamado Rock Spa de 4.500 metros cuadrados para dejar que te cuiden y disfrutar de los numerosos tratamientos elaborados con los más de 140 ingredientes que crecen en la misma isla. Con ello, el hotel desarrolla un activo programa ecológico para proteger la naturaleza autóctona.

Playas privadas de arena blanca y aguas cristalinas con la jungla como telón de fondo.

GASTRONOMÍA
No sólo se puede disfrutar de los dos fantásticos restaurantes en los que se pueden degustar tanto platos típicos de la zona como la más alta cocina internacional, el hotel ofrece servicios personificados para los más sibaritas como cenas a la orilla del mar con una pequeña hoguera y cocinero propio. Pero todo tiene un precio y la noche cuesta de 2.600 a 10.000 euros.

Un articulo de Fermin Santamaria publicado en www.dtlux.com

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